Reduce tu huella alimentaria

La huella de carbono o huella alimentaria es el conjunto de gases invernadero, así como la superficie del planeta que hace falta para producir los alimentos que consumimos y asimilar las emisiones emitidas por el cultivo, la cría, la agricultura, el procesamiento, el transporte, el almacenamiento, la cocción o la eliminación de estos.

Todos los alimentos conllevan una huella de carbono. Sin embargo, algunos alimentos producen más que otros, dependiendo de cómo han sido cultivados, producidos, transportados y distribuidos.

A nivel individual podemos contribuir a reducir esta huella alimentaria teniendo en cuenta algunas recomendaciones:

  1. La compra inteligente: planificar las comidas y hacer lista de la compra.
  2. Consumir fruta «fea».
  3. Consumo vs caducidad. 
  4. Aprovecharlo todo.
  5. Usar correctamente el congelador.
  6. Elegir medias raciones.
  7. Aprovechar los restos. Se pueden usar como abono, puedes llevarlo a tu área de compostaje más cercana. Para más información sobre compostaje comunitarios pincha aquí: La Palma Orgánica 
  8. Consumir primero lo que compramos antes.
  9. Ser creativos con los restos y pedir en el restaurante que nos empaqueten la comida para llevar.
  10. Donar lo que no vayamos a aprovechar.
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