Una alimentación saludable y sostenible comenzará por la cesta de la compra y los alimentos que incluyamos en ella. Como consumidores podemos contribuir a realizar mejores elecciones que ayuden a nuestro organismo y al medio ambiente.

• Trabaja con proveedores locales, compra en  tu mercadillo del agricultor más cercano.
• Compra productos de temporada.
• Compra productos de comercio justo.
• Cultiva tus productos.
• No compres agua embotellada.
• Escoge productos envasados con materiales reciclables.
• Reutiliza envases y reduce el desperdicio.
• Compra productos de limpieza naturales o fabrícalos.
• Compra a granel para reducir el impacto de los envasados, llevando tus propias bolsas o tarros. 
• Si en la etiqueta aparecen más de tres ingredientes con nombres extraños, no lo compres.
• Planifica el menú o alimentación semanal para no comprar alimentos que no necesitemos o alimentos que ya tengamos en la despensa o nevera.
• Tener en cuenta alimentos básicos no perecederos como las legumbres, arroz, frutos secos, etc. 
• Opta por alimentos fuente de proteína vegetal como las legumbres (tendrán un menor impacto ambiental que fuentes de proteína animal). 
• Evitar realizar la compra en una hora del día que tengamos hambre para así evitar llenar el carro con productos que no necesitemos.